Precios de vivienda prohibitivos y un volumen de actividad que rebota con fuerza. Esa es la aparente paradoja que vive el mercado inmobiliario, que en septiembre y octubre registró niveles de operaciones desconocidos en mucho tiempo, según los datos del INE.
El abaratamiento de las hipotecas, creen los expertos, ha provocado que más gente se anime a buscar (y encontrar) casa. ‘Es una demanda intensa, que estaba esperando a comprar desde hace dos años, y ve la situación como un ahora o nunca’, dice María Matos, jefa de estudios de Fotocasa.
Ese portal trazó en agosto su último perfil del comprador: 42 años de media, con nivel socioeconómico medio-alto y que quiere una casa de dos dormitorios. Matos cree que eso no ha cambiado demasiado. Que hay más gente que compra, pero no porque estén entrando más jóvenes o clases medias-bajas en el mercado. Para estos, los importes sí son una barrera.
Esas prisas se ven en las inmobiliarias. Lázaro Cubero, director de Análisis de Grupo Tecnocasa, indica qu la decisión de compra (desde que una persona muestra interés en una vivienda hasta la firma de las arras) actual tiene una media de 72 días. ‘En 2022, que fue récord de venta de segunda mano, era de 83 días, y antes de la pandemia eran 92’, destaca.
El aumento de la presión de demanda también se observa en que cada una de sus oficinas tiene una media de 350 interesados en comprar. El experto de Tecnocasa apunta también al mercado hipotecario como principal vector del cambio.
‘La principal diferencia que vemos con respecto al año pasado es que entonces un 57% de los compradores pedía hipoteca y ahora ese porcentaje es del 66%’, aclara Cubero. Hace un año la mitad las compras al contado eran más frecuentes, lo que se suele asociar con perfiles de inversión.
Fuente periodística: 'EL PAÍS'